Durante mucho tiempo se ha tratado de proporcionar las condiciones necesarias para que los alumnos puedan aprender. Hoy, con el rápido desarrollo de la tecnología y los retos actuales estamos llamados a encontrar nuevas formas de vivir la escuela y favorecer el proceso de enseñanza aprendizaje.
En este artículo exploraremos el modelo B-learning, sus características y un enfoque global sobre el proceso de implementación.
Definiremos el blended learning como un modelo de aprendizaje basado en la aplicación de un pensamiento ecléctico y práctico (Piña, 2004) y que combina las clases presenciales con el aprendizaje en línea. En este escenario, el docente debe cumplir una doble función:
- Por un lado, la del profesor clásico que gestiona la clase presencial, imparte conocimiento y fomenta el trabajo colaborativo.
- Por otro lado, la del tutor online que resuelve dudas, da apoyo en el proceso formativo y coordina a los equipos de trabajo o colaborativo, formados en las clases presenciales.
Esta doble función hace necesario resaltar la importancia de la capacitación del docente en la preparación y presentación de los materiales y en el uso y desarrollo de nuevas formas de relación con los alumnos.
La modalidad b-leargning posee características que le otorgan una identidad propia y no únicamente un conjunto de estrategias y actividades que carecen de conexión. Entre estas características Estela Nuñez B. Monclúz, I. y Rafael, R. (2019) nos definen las siguientes:
- Combinación de espacios y tiempos (presencial y no presencial).
- Permite una comunicación síncrona y asíncrona, en tiempo real y diferido, de acuerdo con las necesidades y posibilidades del usuario, y la naturaleza del tema (comunicación cara a cara en el aula, correo, chat, videoconferencias, wiki, blog, microblogging, etc.).
- Mezcla de ambiente físico (aula, pasillos, cafetería, parques, biblioteca) y soporte virtual (aula virtual y toda la Web 2.0 y 3.0).
- Mezcla de enfoques y metodologías (conductismo, constructivismos, conectivismo, clase expositiva, trabajo colaborativo, ABP, por proyectos, etc.; análisis de los objetivos de aprendizaje que se pretenden, la teoría que explica mejor ese proceso de aprendizaje, y la tecnología que más se adecua a esa necesidad).
- Permite plantear variadas formas de representaciones de la realidad en contextos diversificados.
- Facilita los procesos de construcción del conocimiento y la metacognición.
- La información relevante la presenta de forma dinámica y modular.
- Altamente interactivo, con el programa y otras personas (tutor-estudiante, estudiante-tutor, estudiante-estudiante).
- Fomenta el aprendizaje autónomo y la toma de decisiones.
- Aprendizaje ubicuo por la facilidad que ofrecen los dispositivos móviles a las personas de capacitarse a cualquier hora y en cualquier lugar.
- Convergen en el mismo ambiente de aprendizaje tecnologías, redes y contenidos a disposición del estudiante en todo momento.
En este sentido el B-leargning no se trata únicamente de integrar tecnología en las activadas de aprendizaje o repetir el modelo presencial en la virtualidad, sino exige un replanteamiento en la infraestructura, el rol del profesor, el método de enseñanza , la evaluación, etc, que permita al estudiante aprender en nuevos escenarios y crear nuevas relaciones.
Implementar un programa B-learning requiere de un proceso riguroso, claro y lógico que permita comprender a cada miembro de la comunidad educativa el rol que le corresponde.
En términos prácticos, Whittaker sugiere un enfoque de cuatro pasos para diseñar un curso de aprendizaje combinado.
- Considerar cuidadosamente el contexto de enseñanza y aprendizaje, identificar las razones para adoptar un enfoque combinado y determinar cuáles serán los factores limitantes del diseño
- Diseñar el curso eligiendo el componente tecnológico de la combinación, decidir cuál será el modo principal y decidir cuánto tiempo pasarán los alumnos en cada modo, así como cuál es el propósito pedagógico de cada modo, y cómo encaja esto con la metodología general de la mezcla. El segundo paso también incluye la toma de decisiones detalladas sobre los horarios, como el número, el momento y la ubicación de las sesiones individuales que conforman el curso combinado.
- El tercer paso incluye una consideración de los alumnos y los docentes: por ejemplo, quién participará en el proceso de diseño del curso, cuáles serán los roles de los docentes y los alumnos y qué patrones de interacción se incluirán tanto en la presencialidad como en la tecnología.
- El cuarto y último paso consiste en decidir cómo evaluar y desarrollar la mezcla.
Estos breves pincelazos sobre la modalidad b-learning pueden ser el punto de partida para profundizar en el modelo y crear programas sólidos de enseñanza. Sabiendo que la escuela va más allá de las aulas, el b-leraning puede ser una oportunidad para continuar con la misión educativa en nuestra actualidad.
Referencias:
Estela Nuñez Barriopedro, Monclúz, I. M., & Rafael, R. R. (2019). El impacto de la utilización de la modalidad B-learning en la educación superior. Alteridad, 14(1), 26-39. doi:http://bv.unir.net:2145/10.17163/alt.v14n1.2019.02
Nicky Hockly, Blended Learning, ELT Journal , Volumen 72, Número 1, enero de 2018, páginas 97-101, https://bv.unir.net:2133/10.1093/elt/ccx058
Bartolomé Pina, Antonio (2004). Aprendizaje mixto. Conceptos básicos. Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación, (23), 7-20. [Fecha de consulta 31 de julio de 2020]. ISSN: 1133-8482. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=368/36802301